José Joao Antunes actor brasileño de 44 años quedó ciego en 1996 a causa de una enfermedad. Catorce años después, Antunes se ha convertido en el primer director de cine ciego del mundo, y actualmente está rodando "Una vela para Dios y otra para Beto", que se presentará a fin de año en el Festival de Cine de Brasilia.
Antunes logra dirigir el filme por medio de su memoria de imágenes que guardó hasta 1996, por los sonidos que percibe y por su bastón, de 1.30 metros. "El bastón es mi mejor compañero. Con él puedo tener noción del espacio, puedo percibir incluso el eco, la distancia entre la cámara y el actor", comenta.
Pero antes de llegar hasta la silla de dirección, Antunes formó parte del teatro independiente de la capital federal y luego, víctima de retinosis pigmentaria, quedó ciego en forma paulatina y cayó en depresión. "Lo último que me acuerdo es haber visto la novela Renacer, de la TV Globo. Estaba en una profunda depresión", recordó.
Pero hace un par de años este admirador de Federico Fellini y de Francis Ford Coppola y del brasileño José Wilker, se encontró con un guión y con la aventura de rodar con respaldo de la productora Konim. "Es una película de bajísimo presupuesto, con financiamiento de Petrobras", dijo Claudio Luiz de Oliveira, productor general y director de fotografía junto a Marcelo Cunha. De Oliveira y Cunha son los "ojos" de Antunes.
La película es una comedia romántica que cuenta la historia de un hijo de un banquero millonario que se niega a recibir la herencia de su padre por causa del budismo que practica y al mismo tiempo es presionado por su novia, que se desespera ante la gran oportunidad económica de su vida e intenta convencerlo de aceptar el dinero.
"Lo que yo tengo que hacer es interpretar lo que él quiere. Poner en la práctica lo que él se imagina", contó el director de fotografía.
La gran innovación de la película es la confección del DVD con la que saldrá a la venta, con foco en personas con deficiencias.
Antunes logra dirigir el filme por medio de su memoria de imágenes que guardó hasta 1996, por los sonidos que percibe y por su bastón, de 1.30 metros. "El bastón es mi mejor compañero. Con él puedo tener noción del espacio, puedo percibir incluso el eco, la distancia entre la cámara y el actor", comenta.
Pero antes de llegar hasta la silla de dirección, Antunes formó parte del teatro independiente de la capital federal y luego, víctima de retinosis pigmentaria, quedó ciego en forma paulatina y cayó en depresión. "Lo último que me acuerdo es haber visto la novela Renacer, de la TV Globo. Estaba en una profunda depresión", recordó.
Pero hace un par de años este admirador de Federico Fellini y de Francis Ford Coppola y del brasileño José Wilker, se encontró con un guión y con la aventura de rodar con respaldo de la productora Konim. "Es una película de bajísimo presupuesto, con financiamiento de Petrobras", dijo Claudio Luiz de Oliveira, productor general y director de fotografía junto a Marcelo Cunha. De Oliveira y Cunha son los "ojos" de Antunes.
La película es una comedia romántica que cuenta la historia de un hijo de un banquero millonario que se niega a recibir la herencia de su padre por causa del budismo que practica y al mismo tiempo es presionado por su novia, que se desespera ante la gran oportunidad económica de su vida e intenta convencerlo de aceptar el dinero.
"Lo que yo tengo que hacer es interpretar lo que él quiere. Poner en la práctica lo que él se imagina", contó el director de fotografía.
La gran innovación de la película es la confección del DVD con la que saldrá a la venta, con foco en personas con deficiencias.
Este es un audio de José Joao en una entrevista contando el proceso de dirección y la forma en que lo realiza:
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Hey que interesante esta la entrada, sería de ver la película, imagino que va a estar buena; cuando salga, publícala en tu blog.
ResponderEliminarSegún lo que escuche en la entrevista, le ha costado lograr esto, espero que siempre siga adelante, filme más películas y tenga muchos éxitos.
Le deseo muchas bendiciones y a ti también Carolus.