7 de enero de 2010

Enfermedades reumáticas, discapacidad y tercera edad.

La enfermedad conocida como Artritis, pertenece al grupo de enfermedades reumáticas, que se caracterizan por dolor, limitación del movimiento, inflamación y calor local en las articulaciones; puede también afectar a tendones, músculos, ligamentos y huesos, incluso algunos tipos de enfermedades llegan a afectar órganos internos y tejido conectivo.

Existen muchas enfermedades que tienen como característica la inflamación o dolor de las articulaciones y no discriminan edad, sexo o raza, pero hay algunas que son muy predominantes en la población adulta mayor o bien son mas crueles con dicho grupo debido a su naturaleza degenerativa como los son:

La osteoartrosis (mas conocida como osteoartritis), que se asocia con el desgaste de las articulaciones por el paso del tiempo por lo que es muy frecuente en personas de edad mayor, el desgaste por la pérdida del cartílago que recubre las superficies óseas articuladas provoca pérdida de movilidad y el rozamiento entre los huesos provoca dolor que llega a ser crónico y muy intenso hasta ser considerado discapacidad por sí mismo. Más común en mujeres depues de los 55 años.

La artritis reumatoide o artritis deformante, suele ser de inicio temprano desde los 20 a los 40 años, pero al ser progresiva en la mayoría de casos es hasta la tercera edad donde se logra ver su potencial deformativo e incapacitante, por característica y por la pérdida de movimiento llega a provocar mucho dolor. Afecta principalmente a las mujeres en relación 2/1.

La gota una de las enfermedades reumáticas más dolorosas. Es causada por depósitos en los tejidos de cristales de ácido úrico similares a agujas, en los espacios de las articulaciones o en ambos. Estos depósitos producen artritis inflamatoria causando inflamación, enrojecimiento, calor, dolor y rigidez en las articulaciones. Por la inflamación y el dolor llega a ser muy incapacitante aparte de problemas asociados. Más común en hombres.

El anciano que padece de alguna de estas enfermedades, debe enfrentarse diariamente al dolor, la limitación articular y a la falta de motivación para realizar actividades, lo cual se traduce con el tiempo en depresión.

El principal problema es la poca comprensión que se les tiene por parte de los más jóvenes y los que nunca han padecido de dolor crónico.

El paciente con osteoartrosis siente gran angustia porque aparte del dolor, él va sintiendo como su articulación deja de funcionar y en el caso de rodillas o caderas empiezan las preocupaciones sobre si se debe o no suplantar la articulación, pues a parte de lo caro de las prótesis y de su corta vida util, el adulto mayor se cuestiona sobre si "vale la pena invertir tanto en el".

El paciente con artritis reumatoide, se enfrenta con las miradas lastimeras o discriminativas a causa de su deformidad, el dolor y la falta de movilidad empeoran el caso y abren una puerta gigante a la depresión pues la persona no solo se siente "deforme" sino inútil.

La gota lleva consigo un régimen alimenticio y varios sacrificios para poder vencerla, los dolores son intensos al punto que los que no conocen la enfermedad no dan crédito a que una pequeña inflamación pueda provocar tanto sufrimiento.

Los avances médicos han logrado disminuir los estragos de muchas de las enfermedades reumatoideas, principalmente cuando el diagnóstico es precoz y la fisioterapia y terapia ocupacional llegan a tiempo pues son lo principal para evitar cualquier complicación y mejorar la imagen personal del paciente. Personalmente puedo afirmar que de llegar en las primeras fases de las enfermedades, el fisioterapeuta se convierte en el "mago milagroso"que hace la vida mas fácil y placentera, pero llegar cuando las enfermedades están muy avanzadas el dolor intenso y permanente confunde al paciente y convierte al fisioterapeuta en el villano cuyo trabajo es brindar un momento de alivio y dar órdenes, esto lo digo porque me consta, es ahí donde radica la importancia del diagnostico y la terapéutica precoces.

A pesar de la importancia de la Fisioterapia y la T.O. sin duda el paso más importante es el compromiso de el paciente y de su familia con su calidad de vida y la aceptación de la familia y la sociedad a los cambios y desventajas físicas y emocionales que traen consigo las enfermedades anteriores.

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