Estrenando año nuevamente, repasando lo vivido y mirando con esperanza el 2011 que llega para todos como una nueva oportunidad. Esa esperanza y ese buen ánimo es un derecho que todos debemos tener, una forma de poder sacudirnos las tristezas y caminar hacia el futuro con expectativas positivas.
¿Será que todos gozamos ese derecho?
Enero es el mes del adulto mayor en El Salvador, una población de las denominadas vulnerables, que ha sido abandonada y puesta al margen durante décadas.
Enero y el nuevo 2011 nos traen consigo la oportunidad de reflexionar sobre las condiciones sociales en que viven nuestros adultos mayores día a día. Pensiones pobres o inexistentes, servicios de salud aun en vías de descentralización, inseguridad vial y social, falta de planes y políticas de inclusión, barreras arquitectónicas, cultura discriminadora, etc, son algunos de los problemas que durante años han hecho que llegar a la adultez mayor en el país sea un destino difícil y de poca esperanza.
El llegar a la tercera edad en estado de pobreza es prácticamente insufrible, aun no nos produce admiración ver ancianos indigentes ni sin pensión, ni abandonados con discapacidad, ni haciendo labores que no son dignas para su edad, ni renunciando a su merecido descanso para ganar un par de centavos que son los que los mantiene con vida, pero una vida sin calidad.
Lejos de extrañarnos todo la anterior, ahora que el gobierno comenzó un plan de pensión básica de 50 dolares mensuales a ancianos de los municipios mas pobres sin pensión propia, no faltaron los que pusieron el grito en el cielo, tanto quejándose del gasto, como los que lo criticaron por su insignificancia; por la televisión en ciertos medios específicos se nos presentan casos de adultos mayores trabajando de sol a sol, en tareas degradantes y exhaustivas debido a que nunca tuvieron oportunidades de desarrollo, presentándolos como héroes de un mundo agresivo y claro que son héroes, pues el trabajo dignifica, pero nos hace quedar mal como la sociedad excluyente, poco empática y subdesarrollada que tenemos.FUSATE la Fundación Salvadoreña de la Tercer Edad, ha dado comienzo a las celebraciones para este grupo poblacional, abogando por la creación de políticas de inclusión en pro de los adultos mayores, especialmente en el diseño de estas. Los esfuerzos son grandes para el personal de los Centros de Día, con un presupuesto bajo y con salarios que no están acordes a su labor, me consta porque una colega fisioterapeuta y terapeuta ocupacional trabajo en uno de estos centros y yo hice un pequeño voluntariado.
El gobierno y especialmente FUSATE son las principales entidades que velan por el bienestar de los adultos mayores, pero es conocida su limitada capacidad. Aun hay muchos puntos flotando en el aire: presupuestos, pensiones dignas, rehabilitación, defensoría, información a la sociedad sobre males sufridos y el poco interés de la población hacia ellos como las demencias, el parkinson, la ceguera, la hipoacusia, la artritis, la pobreza, el maltrato y abuso o el abandono. Muchos peros que poner para argumentar la desesperanza para una calidad de vida aceptable a nuestros adultos mayores.
Con alrededor de 600,000 adultos mayores en el país, donde quiera que vayamos veremos uno y esta en nosotros dar el paso para mejorar el problema desde dentro, desde nuestra actitud, brindando respeto, empatía, comprensión, ayuda, apoyo, cariño y oportunidad de sentirse como se lo merecen, parte importante de nuestra sociedad.
Enero de 2011, otro año más de vida. ¿Otro año más de incertidumbre o bien otro año que representa una oportunidad para todos de hacer lo correcto? La decisión es nuestra.
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¿Que tal si comenzamos olvidandonos un rato de nuestras discotecas, nuestras computadoras, nuestra musica estridente, nuestros juegos de video y nuestros problemas y dedicamos un tiempo para bailar con ellos una buena cumbia, un rico mambo, un tango o un danzon?.

...P.D. A todos los lectores de este blog les deseo lo mejor para este nuevo año y que este lleno de bendiciones. Carolus....